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Exitoso Lanzamiento Primer Índice de Felicidad Organizacional.



El martes 29 de noviembre lanzamos con éxito el Primer Índice de Felicidad Organizacional en la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibañez (UAI).


Este es el primer estudio científico sobre el tema y fue elaborado por la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y el Instituto del Bienestar (IBE) a través de un equipo interdisciplinario liderado por Wenceslao Unanue (economista, docente e investigador de la Escuela de Negocios UAI y Director IBE), e integrado por los académicos Marcos Gómez y Diego Cortez, además de Lorena Zamora, Directora del Instituto del Bienestar (IBE).


Su objetivo central es tener un instrumento válido y confiable que permita a las empresas diseñar estrategias para mejorar la calidad de vida de sus trabajadores, al tiempo que asegurar la sostenibilidad de su negocio. Dentro de los aspectos y variables que incorpora se encuentran: El grado de satisfacción con la vida, que es la medida más utilizada a nivel internacional, además del sentido de la vida, autonomía, construcción de vínculos (relaciones), engagement y logros.


La relevancia de este estudio radica en que variables como el estrés y la rotación laboral afectan negativamente las utilidades de las empresas, mientras que la confianza, la ciudadanía organizacional, el involucramiento y la productividad inciden positivamente. Nuestros resultados muestran que las personas menos felices tienen 150% más de burnout (estrés extremo) y 250% más de intenciones de renuncia. Los más felices poseen 50% más de confianza generalizada, 21% más de ciudadanía organizacional, 54% más de involucramiento y 13% más de productividad. Por tanto, empresas que gestionen la felicidad organizacional verán directamente aumentados sus resultados de negocios a través de las variables anteriores.


Tres años de investigaciones y encuestas han pasado desde que se preguntaron, por primera vez, si era posible medir la felicidad en los ambientes laborales. Los resultados ratifican que la felicidad depende en gran medida de la relación con los jefes, compañeros y la empresa. Y esto, a su vez, afecta directamente los resultados que obtiene la misma.


Resultados Centrales:


En total, 1.428 trabajadores de diferentes sectores productivos y regiones fueron encuestados en dos estudios (703 y 725 participantes, respectivamente) vía cuestionarios online enviados a la base de datos de UAI Open y que recibieron en sus correos. La participación de todos fue voluntaria.



En Chile, un 43,5% de los trabajadores declara ser feliz en su trabajo. Los hombres se sienten más plenos: mientras en una escala de 0 a 10 promediaron un 6,9, las mujeres marcaron 6,43. Ese 7,3% de mayor felicidad masculina se explicaría por diversos factores. Los hombres ganan mucho más que las mujeres y tienen más posibilidades de desarrollo y de llegar a cargos directivos. Además, si se suma la conciliación familia-trabajo, las mujeres resultan más afectadas. Los hombres aún descansan en la capacidad de sus parejas femeninas para sobrellevar la responsabilidad, lo que las hace sentir más problemas y menos gratificación en su trabajo.


Si la felicidad laboral se mide por nivel educacional, el estado de plenitud aumenta con la escolaridad en hombres y mujeres.


Una sorpresa del estudio es que al cruzar los datos con el estado civil, los divorciados dicen sentirse por lejos mejor. Quienes están en pareja también se declaran plenos. Solteros y viudos revelan menores niveles de felicidad.


Respecto al nivel de ingresos v/s nivel de felicidad, se constata que quienes tienen ingresos sobre $ 1,73 millones y $ 3,29 millones afirman sentirse felices, pero a medida que van subiendo los sueldos su efecto es cada vez menos importante. Lo mismo ocurre al analizar los datos por ingreso familiar.


Aunque el resultado final indique que el salario no es una variable determinante del compromiso laboral y, por tanto, del bienestar o la felicidad con el trabajo, los resultados muestran que, en promedio, un mayor cargo directivo y el salario que implica una jefatura sí se consideran motivo de felicidad.

El estudio también analizó cómo los diferentes sectores productivos enfrentan el tema: quienes trabajan en "servicios sociales y de salud" son los más felices, seguido de quienes lo hacen en las 'industrias manufactureras metálicas'. Es probable, comentan los autores, que la mayor felicidad de los primeros se relacione con la percepción de un mayor sentido de vida y trascendencia en sus labores. En la vereda opuesta están quienes trabajan en hotelería, transporte y comunicaciones, pero en especial quienes cumplen labores administrativas en esos rubros. Quienes se sienten muy involucrados con sus funciones e identificados con lo que hacen emprenden sus tareas diarias con entusiasmo. Siempre buscan cómo hacerlo mejor, quieren renunciar menos, se sienten más seguros y frente a la pregunta sobre su estado general de felicidad, marcan valores más altos que quienes no se involucran o lo hacen menos. Los trabajadores más felices tienen 13% más de productividad, y quienes son más felices en su trabajo son más felices en su vida.


Compartimos algunas imágenes de este lanzamiento que, sin duda, es un punto de partida y una invitación a las diversas empresas y organizaciones a sumarse a una nueva cultura organizacional, tendiente a lograr y mantener el bienestar y felicidad de todos sus integrantes:






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